(Publicado en www.quienesgardel.com.ar)
Inevitablemente, todo este tema de la cédula de Gardel de
1920, que, según se afirmaba, probaba definitivamente su origen uruguayo,
resultó ser lo que supimos desde un principio: una nueva falsedad.
Se trata de un documento que fue confeccionado “ad-hoc”,
como una creación entre fantástica y artística, no sabemos bien con qué
propósito.
Todo esto está perfectamente explicado en la nota que
reproducimos de Sergio Peluso, heredero con su madre y su hermano de la
extraordinaria colección de Hamlet Peluso, nuestro querido amigo y
vicepresidente del CEG. En esta colección se encuentra la verdadera cédula de
identidad de Carlos Gardel de 1920, cuyo contenido difiere de la apócrifa.
Reproducimos también la nota del diario EL PAIS que
reproduce los dichos de la Fundación de Industrias Culturales, de inusitado
interés, por su explícito contenido.
Hay que prestar especial atención a los avances técnicos que
se mencionan que permitirían, según se afirma, lograr facsímiles de documentos
antiguos. No sería de extrañar que aparezcan, de ahora en más, bizarros
documentos sobre Gardel, pretendiendo cambiar, desde la tecnología, lo que no
se logró desde la historia auténtica.
El mérito de haber desentrañado estas maquinaciones,
corresponde a Ana Turón que hiciera la investigación originaria, a Sergio
Peluso, su familia y al asesoramiento del Dr. Norberto Ignacio Regueira.
La crónica del diario EL PAIS se corresponde, con la
entrevista realizada ad hoc.
Esta cédula-la falsa- fue donada al llamado Museo Carlos
Gardel de Tacuarembó (ROU), y creemos que allí se exhibe. Habrá acciones al
respecto.
A continuación reproducimos la comunicación de la Familia
Peluso y la nota del diario “El País”, en la que se reproducen los dichos de
Industrias Culturales Argentinas.
COMUNICADO DE SERGIO PELUSO.
Bs.As. 1 de Mayo del 2014
Por la presente dejamos constancia que el día 3 de Abril del
2014
…. estuvimos en Diario El País Montevideo Uruguay donde nos
recibió el Sr. José Luis Aguiar jefe de redacción y aclaramos el tema sobre
documento apócrifo expuesto en Museo Carlos Gardel de Tacuarembó donde se
aclara que es una FALSIFICACION de la COLECCION HAMLET PELUSO generada por
Industrias Culturales Argentinas.
NOTA DIARIO EL PAIS.
Tacuarembó: Se exhibe en el museo dedicado al
"Mago"
Afirman que la cédula de Carlos Gardel es
"apócrifa"
El heredero argentino de una notable colección de documentos
sobre Carlos Gardel, asegura que la Cédula de Identidad del cantante, que se
exhibe en Tacuarembó, es una simulación realizada mediante una novedosa técnica
de impresión.
J. L. AGUIAR11 abr 2014
El argentino Sergio Daniel Peluso, quien junto con su
hermano Carlos Hernán heredó la exuberante colección paterna de Hamlet Peluso
-que contiene documentación nunca exhibida de Carlos Gardel-, sostuvo a El País
que la Cédula de Identidad de 1920 que se expone hoy en el museo del cantante
en Tacuarembó es "apócrifa".
Peluso se presentó en la Redacción de El País con una carta
de la Fundación Industrias Culturales Argentinas, en la que su titular reconoce
haber producido "con un criterio artístico" la pieza que fue
entregada al museo uruguayo.
"Compraron unas fotos por internet y armaron un
facsímil montándolo con una tapa roja característica de los documentos
argentinos de la época, que ni siquiera pertenece a Gardel", señaló
Peluso, con enojo, y añadió que "los herederos de la colección de Hamlet
Peluso somos los únicos titulares del documento original".
Lamentó no traer consigo la cédula original, "porque no
estamos autorizados a sacarla del país", dijo.
En la carta de la Fundación de Industrias Culturales
Argentinas, firmada por su presidente, Walter Santoro, se indica que el
facsímil de la Cédula de Identidad tramitada por Carlos Gardel el día 4 de
noviembre de 1920 (en Argentina) "es una réplica obtenida a partir de
diversas fotografías (...) que fueran comercializadas a través de
internet".
"Las fotografías del documento fueron insertadas en un
soporte, con un criterio artístico a semejanza de los documentos de aquella
época".
Santoro fue quien entregó el facsímil a la investigadora
gardeliana Martína Iñíguez, quien a su vez lo donó al museo de Tacuarembó.
Walter Santoro confirmó a El País los términos de la carta
pero indicó que "no hubo ningún intento de engaño", ya que desde un
principio el documento fue presentado como "un facsímil". Precisó que
los datos que aporta el documento -en el que Gardel admite haber nacido en
Tacuarembó, en 1887- son "auténticos".
El facsímil fue realizado "mediante la técnica de
Indigrafía", una patente intelectual registrada en Argentina. Santoro
explicó que esa técnica "permite realizar reproducciones de altísima
calidad, idénticas a un documento original", y a diferencia de los
facsímiles tradicionales, "estas copias no son planas, sino que tienen
volumen".
El País habló también con Carlos Arezo Posada, titular de la
Fundación Carlos Gardel y director general de Cultura de la Intendencia de
Tacuarembó, quien mostró cierta sorpresa ante la denuncia de Peluso y sugirió
que la persona indicada para responder era el propio Santoro.
CENTRO DE ESTUDIOS GARDELIANOS (CEG)
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