El 24 de octubre pasado se llevó a cabo en el Museo Carlos Gardel el homenaje a Juan Carlos Esteban. Una sala de lo que fuera el hogar de Carlos Gardel y su madre, fue engalanada con fotografías de nuestro querido amigo, exhibiéndose en diversas vitrinas muchos de sus trabajos y publicaciones.
Esta tarea de selección y ornamentación fue llevada a cabo con todo cariño por la Sra. Micaela Patania, curadora en las Exposiciones de la Colección Gardel-Defino llevadas a cabo en nuestra ciudad y más recientemente en Nueva York.
Maria Eugenia, la compañera de Juan Carlos y sus hijos, así como también nietos y otros miembros de la familia se hicieron presentes, como también muchas de las numerosas amistades que conquistó Juan Carlos en su fecunda vida.
Para referirse a él, habló en primer término el Director del Museo, Lic. Horacio Torres, y luego el Secretario del CEG Eduardo Visconti; en nombre de nuestros compañeros tomó la palabra luego Osvaldo Barsky, lo siguió el Presidente del CEG, Enrique Espina Rawson y finalmente, Maria Eugenia agradeció el homenaje en nombre de la familia.
Como cierre de la ceremonia se sirvió un vino de honor.
A continuación transcribimos las muy sentidas palabras que Eduardo Visconti pronunciara en la ceremonia:
Juan Carlos Esteban nació en Buenos Aires el 17 de octubre de 1926. Su personalidad era la de un ser íntegro, talentoso y cordial, con mucha experiencia y una sonrisa franca. Inteligente y culto, con un profundo cariño por la familia, por su esposa María Eugenia, por sus hijos y por sus nietos, y un respeto por los amigos y la sociedad que lo rodeaba y lo distinguía.
Nunca olvidó su origen humilde y de privaciones que solía evocar con entereza confidencial. Llevaba en su corazón aquel muchacho sencillo que había sido y seguía siendo. Era muy generoso y dispuesto a dar siempre una mano para ayudar a quien fuera y lo necesitara.
Fue tan vital y le apasionaba tanto todo lo que le interesaba y hacía, que no se fue para siempre. Las personas como él no mueren del todo. Subsisten en la resignación y permanecen en el recuerdo de quienes lo conocieron y lo trataron. Está en sus pertenencias que dejara y en sus escritos; en sus libros y en sus notas de Internet donde quedaron parte de su vida, y en las canciones de Carlitos Gardel que tanto admiraba y le agradaba escuchar en horas de solaz y esparcimiento.
Fue un historiador y escritor de un estilo particular, ameno y directo, y un incansable investigador y defensor sin claudicaciones de todo lo referente a la cultura nacional y a lo popular, del tango y su ídolo cantor que llevaba arraigado en su alma de porteño.
Se inició muy joven en el periodismo colaborando en la década de 1950 en la sección literaria del diario “Clarín”.Escribió muchos artículos en las revistas “El Hogar”, “Mundo Argentino”, “Espiga”, “Propósitos” y otras, y también en los diarios uruguayos “El Observador” y “Búsqueda”.
Al margen de su trayectoria como escritor, fue un trabajador y honesto hombre de negocios lo que lo llevó a tener un merecido bienestar económico. Durante treinta y cinco años llegó a ser después de otros emprendimientos un importante profesional ganadero con campos propios en la provincia de San Luis y en Paysandú, R.O. del Uruguay.
Se desempeñó entre 1958 y 1959 como Secretario de Industria y Comercio de la Provincia de Buenos Aires, durante el gobierno del Dr. Arturo Frondizi. Publicó cinco libros sobre economía desde los años 1955 a 1962, como también innumerables artículos en distintos periódicos del país y brindando numerosas conferencias sobre temas de su especialidad.
Fue Miembro de Honor de la Asociación Carlos Gardel de Francia y perteneció desde sus comienzos como Presidente Honorario del Centro de Estudios Gardelianos de Buenos Aires, y sobre este tema ofreció varias charlas en diferentes organismos oficiales.
Entre los años 2001 y 2013 ha dejado como autor, para el presente y las futuras generaciones ocho libros editados sobre la verdad histórica de los orígenes franceses de Carlos Gardel y su familia. En cinco de estos libros figuran como coautores los periodistas franceses Georges Galopa y Monique Ruffié, que colaboraron desde tierra tolosana con gran entusiasmo y documentación inédita.
El 1º de Septiembre de 2013, y encontrándose en España, fallece imprevistamente Juan Carlos Esteban. Con su ausencia definitiva ha dejado entre nosotros una pena muy grande y cantidad de proyectos truncos. Muchas cosas por hacer y por escribir, pero también nos ha dejado algo para recordar: el ejemplo de su vida.
Le agradezco que fuera mi amigo y todas las atenciones y ayuda que tuvo para conmigo en distintas oportunidades. Tengo en mi biblioteca sus libros sobre Carlos Gardel con afectuosas dedicatorias de recuerdo donde, para mí, se perpetúa su entrañable amistad.
Esta tarea de selección y ornamentación fue llevada a cabo con todo cariño por la Sra. Micaela Patania, curadora en las Exposiciones de la Colección Gardel-Defino llevadas a cabo en nuestra ciudad y más recientemente en Nueva York.
Maria Eugenia, la compañera de Juan Carlos y sus hijos, así como también nietos y otros miembros de la familia se hicieron presentes, como también muchas de las numerosas amistades que conquistó Juan Carlos en su fecunda vida.
Para referirse a él, habló en primer término el Director del Museo, Lic. Horacio Torres, y luego el Secretario del CEG Eduardo Visconti; en nombre de nuestros compañeros tomó la palabra luego Osvaldo Barsky, lo siguió el Presidente del CEG, Enrique Espina Rawson y finalmente, Maria Eugenia agradeció el homenaje en nombre de la familia.
Como cierre de la ceremonia se sirvió un vino de honor.
A continuación transcribimos las muy sentidas palabras que Eduardo Visconti pronunciara en la ceremonia:
Eduardo Visconti junto a Juan Carlos Esteban y Ana Turón en el Museo Casa Carlos Gardel.
Juan Carlos Esteban
Nunca olvidó su origen humilde y de privaciones que solía evocar con entereza confidencial. Llevaba en su corazón aquel muchacho sencillo que había sido y seguía siendo. Era muy generoso y dispuesto a dar siempre una mano para ayudar a quien fuera y lo necesitara.
Fue tan vital y le apasionaba tanto todo lo que le interesaba y hacía, que no se fue para siempre. Las personas como él no mueren del todo. Subsisten en la resignación y permanecen en el recuerdo de quienes lo conocieron y lo trataron. Está en sus pertenencias que dejara y en sus escritos; en sus libros y en sus notas de Internet donde quedaron parte de su vida, y en las canciones de Carlitos Gardel que tanto admiraba y le agradaba escuchar en horas de solaz y esparcimiento.
Fue un historiador y escritor de un estilo particular, ameno y directo, y un incansable investigador y defensor sin claudicaciones de todo lo referente a la cultura nacional y a lo popular, del tango y su ídolo cantor que llevaba arraigado en su alma de porteño.
Se inició muy joven en el periodismo colaborando en la década de 1950 en la sección literaria del diario “Clarín”.Escribió muchos artículos en las revistas “El Hogar”, “Mundo Argentino”, “Espiga”, “Propósitos” y otras, y también en los diarios uruguayos “El Observador” y “Búsqueda”.
Al margen de su trayectoria como escritor, fue un trabajador y honesto hombre de negocios lo que lo llevó a tener un merecido bienestar económico. Durante treinta y cinco años llegó a ser después de otros emprendimientos un importante profesional ganadero con campos propios en la provincia de San Luis y en Paysandú, R.O. del Uruguay.
Se desempeñó entre 1958 y 1959 como Secretario de Industria y Comercio de la Provincia de Buenos Aires, durante el gobierno del Dr. Arturo Frondizi. Publicó cinco libros sobre economía desde los años 1955 a 1962, como también innumerables artículos en distintos periódicos del país y brindando numerosas conferencias sobre temas de su especialidad.
Fue Miembro de Honor de la Asociación Carlos Gardel de Francia y perteneció desde sus comienzos como Presidente Honorario del Centro de Estudios Gardelianos de Buenos Aires, y sobre este tema ofreció varias charlas en diferentes organismos oficiales.
Entre los años 2001 y 2013 ha dejado como autor, para el presente y las futuras generaciones ocho libros editados sobre la verdad histórica de los orígenes franceses de Carlos Gardel y su familia. En cinco de estos libros figuran como coautores los periodistas franceses Georges Galopa y Monique Ruffié, que colaboraron desde tierra tolosana con gran entusiasmo y documentación inédita.
El 1º de Septiembre de 2013, y encontrándose en España, fallece imprevistamente Juan Carlos Esteban. Con su ausencia definitiva ha dejado entre nosotros una pena muy grande y cantidad de proyectos truncos. Muchas cosas por hacer y por escribir, pero también nos ha dejado algo para recordar: el ejemplo de su vida.
Le agradezco que fuera mi amigo y todas las atenciones y ayuda que tuvo para conmigo en distintas oportunidades. Tengo en mi biblioteca sus libros sobre Carlos Gardel con afectuosas dedicatorias de recuerdo donde, para mí, se perpetúa su entrañable amistad.
Eduardo Visconti
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